En el Universo existen infinidad de leyes que tenemos que obedecer, aunque no seamos conscientes.
Como nos dice el Estado, “El desconocimiento de la ley, no exime del cumplimiento”
El Kybalión (un libro ancestral) nos indica que el universo proviene de la imaginación del todo, es decir, el todo es el creador del universo.
El libro trata de los 7 principios universales de la tradición hermética, a saber, el primer principio es del mentalismo.
Principio de mentalismo.
Cuando hablamos del mentalismo, nos referimos a que todo lo que está a nuestro alrededor, cada cosa que podemos y no podemos ver, existe gracias a la MENTE UNIFICADA del todo
Esta es la ley de unidad (todos somos uno) nos dice que no existe separación entre personas, animales, objetos, planetas o galaxias. Todos formamos parte de una misma y única unidad o familia
Muchas son las personas que tienen como mantra “TODOS SOMOS UNO” y después esperan que alguien pague otra ronda de cerveza, porque al fin y al cabo tu dinero es de todos ¿no?
Detrás de este mantra hay gente de todo tipo: desde descerebrados que solo quieren pertenecer a algún grupillo de iluminados, amantes de todo lo ajeno (dinero, parejas y todo lo de lo que se puedan adueñar).
Es por este desconocimiento del origen del significado de lo que decimos, y de quienes somos, lo que nos lleva a adentrarnos cada vez más en el laberinto de palabras de las cuales no sabemos el contenido real.
“Todos somos Uno” ¿lo podemos aplicar a que mi vecino me pague la factura de la luz, o a que yo se la pague a él? ¿Si un asesino tiene que cumplir prisión, debería ir otro a la cárcel y pagar su culpa?
Si bien es cierto que el EGO, es el sistema de pensamiento que nos hace creer que nosotros somos diferentes del resto, también es el EGO el crea “las modas absurdas”.
Porque tomar consciencia de que metafísicamente todos somos Uno es una cosa, y creerlo literalmente puede llevar a abusos y errores.
Por tanto, ante una situación de dejarnos llevar por las modas (que están muy bien planificadas) debemos recuperar nuestro “sentido común” y usar todo con medida, aplicando lo que se debe en el momento .