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Según el experto Robert Hare: “Los psicópatas nacen… no se hacen (…) no son solo los fríos asesinos de las películas. Están en todas partes, viven entre nosotros y tienen formas mucho más sutiles de hacer daño que las meramente físicas. Los peores llevan ropa de marca y ocupan suntuosos despachos, en la política y las finanzas. La sociedad no les ve, o no quiere verles, y consiente”.

 

Las únicas emociones reales que pueden experimentar en ocasiones son la ira y el desprecio (todas las demás son fingidas).

“El psicópata nos presenta una imagen de una persona preocupada por sí misma, cruel y sin remordimientos, con una profunda carencia de empatía y de la capacidad para relacionarse con los demás de manera natural”.

 

-¿Están mezclados con nosotros, en el mundo real?

-Por supuesto. Y la mayoría de los psicópatas no son asesinos. Están en la política o en los negocios. Y si cometen un asesinato es, a lo mejor, porque te has puesto en su camino o porque sencillamente no les has caído bien. Están en todas partes. Son personas que saben controlar a los demás pero parecen muy buenos. Tienen carisma y son líderes. Carisma sin conciencia.

-¿Qué proporción de psicópatas hay entre la población?

-Cerca del 1%, según una estimación que hice hace diez años. Pero nuevos estudios demuestran que depende mucho de cómo se mida y de los criterios que se usen.

 

-¿Cómo influye ese 1% de psicópatas en el resto de la sociedad?

-Ese 1% puede tener impacto sobre millones de personas. Fíjese, por ejemplo, en los grandes escándalos financieros, con pérdidas para miles de personas. Detrás hay una mente psicópata. En los grandes negocios la psicopatía no es una excepción. ¿Qué tipo de persona cree usted que es capaz de robar a miles de inversores, de arruinarles aunque después se suiciden? Dirán que lo sienten, pero nunca devolverán el dinero. Es incluso peor que lo que hacen muchos asesinos.

 

 

 

-¿Y los políticos?

-La política y el póker son dos ocupaciones cuyas reglas obligan a mentir y engañar. Si los políticos fueran sinceros no serían elegidos. Muchos son mentirosos a secas. No tienen forzosamente que ser psicópatas. Pero la política es un medio fantástico para que se desarrollen, el mejor ambiente, el ideal. Igual que los negocios, que cambian con mucha rapidez. Ahí los psicópatas se desenvuelven como pez en el agua.

 

-¿Quiere decir que en círculos políticos y financieros hay más psicópatas que entre la población normal?

 

-Por supuesto que sí. Docenas de políticos de alto nivel deberían claramente estar en la cárcel. Son psicópatas, pero no puedo decir nombres. Tengo impresiones, y muchas. Pero debería aplicarles mi test. Me gustaría estudiar a algunos más a fondo. Y eso complicaría mucho la vida de los políticos honrados.

 

-¿Cómo puede la sociedad defenderse?

-Es prácticamente imposible para la sociedad defenderse de eso. Porque son ellos los que, además, hacen las reglas, dictan los principios y gastan millones para explicar al mundo que lo que hacen es fantástico. No sé lo que podríamos hacer. Para esto las elecciones no sirven. La gran mayoría de las personas no funcionarían bien en estos puestos. Lo dejarían, no servirían. No quiero decir que todo el mundo en esas posiciones sea psicópata, pero sí digo que el porcentaje entre ellos es muy superior al 1% general. Y que con diez ejecutivos, o políticos psicópatas entre mil, ya sería suficiente. Un pequeño ejército de soldados puede ocupar un país entero.

 

-¿Qué hacer entonces?

-Lo mejor y lo único que se puede hacer es intentar comprender. Y la sociedad no lo entiende porque la psicopatía es diferente. No hay patrones, como pasa, por ejemplo, con la esquizofrenia. Pasan años antes de identificar a un psicópata.

 

-¿Se puede curar?

-No. No tenemos procedimiento alguno para curar porque no hay nada que curar. Es un comportamiento con anomalías neurológicas. Pero no hay pacientes que pidan ayuda, que sufran. El problema lo tienen los demás. Ellos están perfectos, y se sienten perfectos. Nunca podrán sentir empatía, ponerse en el lugar de otra persona, tener sentimientos hacia alguien. Ni siquiera por los seres más próximos, padres, hermanos, pareja, hijos… Los psicópatas no tienen emociones, y no es posible enseñárselas.

Las personas psicópatas se caracterizan por su incapacidad para empatizar, además de poseer una inteligencia emocional muy pobre, o nula. Asimismo, tienen dificultad para distinguir el bien del mal.

Robert Hare escribió un libro llamado “Sin conciencia”, en el que detalla a profundidad la personalidad de los psicópatas. Luego de sus análisis, Hare llegó a definir la psicopatía como:

“Un trastorno de la personalidad que se define por una serie de conductas y rasgos de personalidad significativos, la mayoría de los cuales son mal visto por la sociedad”.

Indagando sobre Robert Hare y la psicopatía descubrimos estas señales que son útiles para reconocer a los psicópatas:

Sus emociones reales son el desprecio y la ira. Las demás son una estrategia para para convivir en la sociedad. Son fingidas.

No distinguen cuáles son las emociones positivas y las negativas, así como tampoco pueden clasificar sus sentimientos, o categorizarlos, entre buenos y malos.

En situaciones frustrantes o amenazantes, reemplazan el miedo por la ira.

Suelen mentir con mucha facilidad y encuentran regocijo cuando han logrado engañar a otros.

Al preguntarle sobre su pareja, familiares o amigos, no emiten descripciones muy emocionales, sino más bien mecánicas.

Cuidan su imagen. Sueles ser pulcros, con atractivo físico o intelectual.

Los psicópatas dan un discurso que no va en concordancia con sus acciones. A veces, también emiten dos afirmaciones que son contradictorias.

Hablan un poco más rápido que el resto de las personas, ya que su lenguaje hablado carece de ritmo o inflexiones.

Los movimientos con sus manos no son naturales. Más bien, es como si dirigiesen una orquesta.

Establecen más contacto visual que las personas no psicópatas y su comunicación es más agresiva. No mantienen una distancia prudente con el interlocutor, sino que invaden su espacio personal.

Generalmente, parpadean más que el resto de las personas, y también sonríen menos en sus conversaciones habituales

DOCE SEÑALES NO VERBALES PARA IDENTIFICARLOS

Está muy instaurado en nuestra sociedad la creencia (errónea) de que el psicópata es aquel ser despiadado que ha cometido con sus manos crímenes horribles y vive marginado, agazapado en la oscuridad, sin integrarse en la actividad diaria de los seres humanos… y nada más lejos de la realidad; desde luego se relaciona con la delincuencia pero lo cierto es que la psicopatía no llega a ser una enfermedad mental, es un trastorno antisocial de la personalidad que se caracteriza, sobre todo, por la falta de sentimientos (anestesia afectiva), ausencia de empatía, culpa o miedo, son seres muy egoístas, fríos y manipuladores, no sienten pero sí que ‘simulan’ muy bien ciertas emociones para conseguir sus objetivos. Pero estas personas no siempre son delincuentes, existen los ‘psicópatas exitosos‘, que pueden vivir en tu mismo edificio, ser tu jefe, gobernar un país o venderte un coche, están entre nosotros.

‘Por suerte’, los psicópatas tienen características especiales en el habla, en los gestos utilizados, en la forma de expresarse tanto verbal como no verbalmente, que pueden transmitir señales alarmantes de su verdadera personalidad. El investigador al respecto más prestigioso en el mundo es el psicólogo Robert Hare quien ha advertido unos indicadores excepcionales para detectar esta peculiar tipología de personalidad que a continuación enumeramos:

Tienen tal incapacidad emocional que de hecho no saben categorizar los sentimientos como buenos o malos, no saben discernir ni emociones ni conductas como positivas o negativas. Si le pides opinión sobre una buena o mala actuación no sabrán qué responder o confundirán expresamente el bien del mal.

Responderán con ira en lugar de miedo en situaciones de frustración o de amenaza.

Los psicópatas mienten con una gran frecuencia y facilidad. Y además darán muestras directas de satisfacción o placer por el hecho de engañar a los demás. Ekman lo denomina ‘placer de engañar’. Eso sí, no engañan mejor pero sí son más propensos a intentarlo.

Sus expresiones de remordimiento o arrepentimiento serán poco convincentes y usan palabras y frases emocionalmente frías.

Pregúntale por su familia, pareja o amigos. En esta situación tendrán que acudir a descripciones emocionales, sin embargo, no entienden ni podrán utilizar palabras emocionales, y si lo hacen darán definiciones de diccionario, mecánicas, robóticas, antinaturales.

Son personas que pueden resultar física e intelectualmente muy atractivas, cuidan su imagen personal al detalle, son pulcros e incluso obsesivos con su aspecto y a su vez muy hábiles con la palabra, locuaces, cultos y distinguidos.

Tienen una gran habilidad para manipular y engañar, y así mismo extraordinaria discrepancia entre lo que dicen y lo que hacen. Su propio discurso contiene afirmaciones que parecen conceptualmente inconsistentes entre ellas. Usan frecuentes retracciones (dos afirmaciones incongruentes juntas).

Fíjate en su manera de hablar: Los psicópatas hablaban en general más rápido y más bajo que los no psicópatas, sin inflexiones en el ritmo, todo plano.

Observa sus movimientos, sus gestos: Los psicópatas utilizaron más gestos con las manos, y además estos fueron más rítmicos de lo normal (como si llevaran una batuta en las manos que guiara el ritmo de su discurso).

Son más agresivos en la comunicación: establecen más contacto visual, muy directo y constante, que los no psicópatas. Mantienen una menor distancia con el interlocutor, invaden tu espacio personal.

Sonríen menos de lo habitual en una conversación cotidiana y muestran una mayor tasa de parpadeo.

No me atrevo a mencionar a ningún político en concreto como ejemplo pero seguro que os viene alguno a la cabeza…

 

La crisis  del coronavirus, en realidad es la crisís política más grande de la historia. En las alturas del poder los “cocodrilos” se están batiendo entre ellos, para ver como se reparten el botín (el mundo y la humanidad).

 

Bibliografía
Hare, R. D. (1991). The Hare Psychopathy Checklist – Revised. In Toronto Multihealth Systems.
https://www.psicoactiva.com/blog/robert-hare-y-la-psicopatia/*Fuente: Time
https://www.abc.es/sociedad/abci-robert-hare-sociedad-no-puede-defenderse-psicopatas-ellos-hacen-reglas-200703190300-1632059153239_noticia.html?ref=https%3A%2F%2Fwww.google.com%2F

 

 

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