El pueblo que olvida su historia esta condenado a repetirla, por eso debemos tirar de hemeroteca y enterarnos de que lo que esta ocurriendo en estos dias en el pais desgraciadamanete no es nada que no haya ocurrido anteriormente . Estamos en unos momentos que los que estan el poder pueden hacer absolutamente todo lo que quieran con la población, y nadie les para.
No es la primera vez que Pedro Sánchez monta un numerito, en plan “lo que yo diga o nada”.
Algunos libros de historia deben haberle causado un trauma mental y está obsesionado en igualar a Nerón, Lenin y Stalin juntos, reuniendo despotismo, prepotencia, arrogancia y narcisismo agudo en su persona, de forma profundamente repelente.
Este lunes 29 de mayo, anunció la disolución de las Cortes y la convocatoria de elecciones generales, que se realizarán de manera anticipada el próximo domingo 23 de julio de 2023.
En un movimiento del todo o nada, Sánchez, sorprendió con el anuncio del adelanto de las elecciones generales para el 23 de julio (que no tocaban hasta diciembre) en un intento por neutralizar un cambio de ciclo político que favorezca a la derecha.
España, su “cortijo”
Quedarse sin su cortijo, quedarse sin su “Falcon” y sin todo lo demás, ha hecho que Sánchez haya montado en colera, pero si miramos la historia de este partido veremos que ya antes ocurrió que el PSOE y sus miembros no es la primera vez que reaccionan de forma brutal ante algo que a ellos no les gusta.
La sorpresa del anuncio llegó pocas horas después de que su partido, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), perdiera gobiernos importantes en las elecciones regionales y municipales del pasado domingo.
Medios de derecha en España se han referido a la decisión de Sánchez como “su última bala” para conseguir que los socialistas se mantengan en el poder.
Su obsesión por el poder. Repudiado por su partido.
El 28 de septiembre de 2016, Antonio Pradas, secretario de Política Federal del PSOE, presentó en la sede del partido la dimisión en bloque de 17 miembros de la Ejecutiva Federal, para precipitar la disolución de este órgano y la caída del secretario general, Pedro Sánchez, al quedar reducida a 18 miembros (38 en su origen) y lograr con ello la dimisión de Sánchez.
El 29 de octubre de 2016, el ex secretario del PSOE, Pedro Sánchez, renunció entre lágrimas a su acta de diputado para no incumplir el mandato del Comité Federal de abstenerse en la investidura de Rajoy y se postuló para volver a concurrir a las primarias. Dejó vacante su escaño horas antes de la votación de investidura de Mariano Rajoy.
El PSOE echa a Pedro Sánchez. 1 de octubre de 2016.
El secretario general dimite tras ser derrotado en las urnas en un caótico Comité Federal del que sale una gestora que dirigirá ahora el partido.
Ruptura total. Esperpento. La guerra civil que vive el PSOE llegó ayer a su máximo apogeo en un Comité Federal agónico, convocado inicialmente para resolver las diferencias y «coser» el partido, y que acabó con Pedro Sánchez derrotado en la votación sobre su propuesta de congreso extraordinario (132 en contra y 107 a favor).
Semejante desautorización motivó su dimisión como secretario general del PSOE y la implantación de una gestora para pilotar el partido hasta que se resuelva la gobernabilidad del país.
El secretario general dimite tras ser derrotado en las urnas en un caótico Comité Federal del que sale una gestora que dirigirá ahora el partido.La guerra civil que vive el PSOE llegó ayer a su máximo apogeo en un Comité Federal agónico, convocado inicialmente para resolver las diferencias y «coser» el partido, y que acabó con Pedro Sánchez derrotado .
Las costuras reventaron cuando el líder socialista promovió de manera unilateral y contra el criterio del sector crítico iniciar una votación secreta, en urna, para aprobar el calendario del congreso extraordinario.
Antecedentes de su afición al “puchero”
Los dirigentes no alineados con el secretario general intentaron boicotear la votación: se negaron a participar y denunciaron las condiciones «nada democráticas» en las que se estaba celebrando, pues no había control y la urna estaba en una zona poco visible. Sánchez se impuso y mandó continuar el proceso en medio de gritos de «¡pucherazo!» y «¡sinvergüenza!».
Esto desencadenó que los críticos pulsaran el botón nuclear: la moción de censura. Comenzaron a recoger el 20% de firmas necesarias para promoverlo, al mismo tiempo que los afines seguían votando, y apenas les llevó veinte minutos reunir el medio centenar de rúbricas requeridas.
Pero si repasamos la historia, veremos los antecedentes violentos de este “partido”
José Calvo Sotelo: así fue el crimen socialista que hizo estallar la Guerra Civil Española
Un crimen de Estado perpetrado por policías y pistoleros del PSOE en 1936.
Las arengas violentas del PSOE durante la Segunda República. Esas palabras las pronunció Francisco Largo Caballero, entonces presidente del PSOE (Partido Socialista Obrero Español, el partido mayoritario de la izquierda española), el 20 de abril de 1934 en un incendiario discurso en el V Congreso ordinario de la Federación de Juventudes Socialistas, celebrado en el salón de fiestas del Metropolitano de Madrid. No fue una declaración oculta ni discreta: la publicó sin tapujos el periódico oficial del PSOE, “El Socialista”, en la portada de su número 7.867 el 21 de abril de 1934
‘La Motorizada’: un grupo armado del PSOE implicado en varios asesinatos
En esos crímenes actuaron varios miembros de un grupo armado del PSOE, conocido como “La Motorizada”, que hacía labores de escolta de dirigentes socialistas como Indalecio Prieto. El nombre de ese grupo se debía a que montaban en motocicletas, entre ellas algunas Harley-Davidson americanas, un lujo para la España de la época.
La violencia era algo tan habitual en las filas del PSOE que llegaron a montar tiroteos entre distintos sectores del partido.En la foto se ven cuatro culatas de armas saliendo de ente las motos.
La ola de violencia que desató la izquierda tras su llegada al poder
La situación en España era muy violenta desde años antes. Cumpliendo las amenazas de Largo Caballero provocar una “guerra civil”, el PSOE había encabezado un sangriento golpe de Estado en octubre de 1934, que tuvo su epicentro en Asturias y en el que los socialistas y sus aliados asesinaron a 33 sacerdotes y religiosos y a 300 militares y miembros de las fuerzas del orden, además de destruir 17 iglesias, 40 edificios religiosos y docenas de fábricas, puentes, casas y edificios públicos.
En febrero de 1936, la izquierda ganó las elecciones con la ayuda de un fraude electoral, y una de las primeras cosas que hizo fue indultar a los golpistas y sacarlos de la cárcel.
Las amenazas de muerte de la izquierda contra Calvo Sotelo en las Cortes
Ese mismo día, y después de esa intervención de Gil Robles, tomó la palabra el diputado José Calvo Sotelo, líder del partido derechista Renovación Española, que señaló la responsabilidad del gobierno ante esos desórdenes expuestos por el líder de la CEDA.
Calvo Sotelo, que posiblemente ya estaba amenazado de muerte, plantó cara a la izquierda: “Yo digo lo que Santo Domingo de Silos contestó a un rey castellano: ‘Señor, la vida podéis quitarme, pero más no podéis. Y es preferible morir con gloria a vivir con vilipendio’.”
El secuestro de Calvo Sotelo por la Guardia de Asalto y ‘La Motorizada’
El asesinato de Castillo, una venganza por un crimen cometido por él y sus hombres, dio paso a una nueva venganza por parte de un grupo de guardias de asalto y miembros de “La Motorizada”. En la noche del 12 al 13 de julio, acudieron en una camioneta de la Guardia de Asalto, la número 17, al domicilio del dirigente de Renovación Española Antonio Goicoechea y, después, al del líder de la CEDA, Gil Robles.
El objetivo de esas visitas era secuestrarlos y asesinarlos en venganza por la muerte de Castillo, pero ninguno de los dos estaba en sus casas en ese momento. Así que ese grupo de guardias de asalto y de matones del PSOE fueron al domicilio de José Calvo Sotelo.
“¿Detenido? ¿Pero por qué? ¿Y mi inmunidad parlamentaria?
Llegaron allí a las tres de la madrugada. A Calvo Sotelo le dijeron que le llevaban detenido a la Dirección General de Seguridad. El diputado se indignó y contestó: “¿Detenido? ¿Pero por qué? ¿Y mi inmunidad parlamentaria? ¿Y la inviolabilidad de domicilio? ¡Soy Diputado y me protege la Constitución!”
Para tranquilizar a Calvo Sotelo, un miembro del grupo de matones socialistas se identificó como miembro de la Guardia Civil, cuerpo al que el diputado había defendido en las Cortes. Calvo Sotelo se despidió de su familia y prometió llamar en cuanto pudiese, “a no ser que estos señores se me lleven para darme cuatro tiros”. Los testigos señalan que el diputado bajó a la calle tranquilo, vistiendo un traje gris y un sombrero del mismo color. Lo sentaron en el tercer banco de la camioneta.
El asesinato del diputado de un tiro en la nuca
La camioneta número 17 se encaminó entonces hacia la Dirección General de Seguridad. Por el camino, sus captores le echaron la chaqueta americana hacia atrás, para inmovilizar a Calvo Sotelo y que no pudiese defenderse.
Finalmente, un socialista que estaba sentado en el cuarto banco de la camioneta, Luis Cuenca Estevas, miembro de las juventudes del PSOE y de “La Motorizada”, disparó un tiro en la nuca al diputado, con salida por el ojo izquierdo y pérdida de masa encefálica, según dictaminaron los forenses, doctores Piga y Águila, en la autopsia realizada en la mañana del día 14.
El cuerpo sin vida de Calvo Sotelo fue abandonado a las 4:00 de la madrugada del 13 de julio en el depósito del Cementerio del Este, en Madrid.
Los guardias de asalto dijeron a los vigilantes del cementerio que el muerto era un sereno y que había sido asesinado en un atentado, y que más tarde enviarían la documentación del fallecido.
Al comprobar que el muerto no llevaba encima documentación, los vigilantes llamaron al Juez de Guardia, que no acudió al cementerio hasta el mediodía del 13 de julio, cuando la noticia del asesinato ya circulaba por toda la ciudad de Madrid.
La inacción del gobierno contra sus autores de ese crimen de Estado
Aquel asesinato era un hecho gravísimo. Calvo Sotelo era uno de los líderes de la oposición parlamentaria, y algunos de los autores del crimen eran policías al servicio de un gobierno de izquierdas, un gobierno del Frente Popular (del que el PSOE formaba parte) encabezado por Santiago Casares Quiroga, miembro de Izquierda Republicana. El propio autor del asesinato, Luis Cuenca, comunicó al editor de “El Socialista” (el periódico del PSOE), Julián Zugazagoitia, lo que habían hecho, y éste dijo:
“Ese atentado es la guerra”.
El entierro de José Calvo Sotelo tuvo lugar el 14 de julio de 1936 a las cuatro de la tarde. Una multitud acudió al sepelio. En las horas siguientes, el gobierno ordenó detener a decenas de personas de derechas, pero no a los autores del crimen.
BIBLIOGRAFIA
www.heraldo.es/noticias/nacional/2018/06/01/pedro-sanchez-primer-presidente-del-gobierno-mocion-censura-repudiado-por-propio-partido-psoe-1247026-305.html
/www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-65758576
AINHOA MARTÍNEZ @ainhoa_mhoyos LA RAZON