fbpx

Llevamos décadas de Ingeniería social a todos los niveles. Desde las series de TV, hasta los periódicos, todo viene a decir lo mismo: tienes que cambiar tu forma de entender el mundo, tu forma de pensar, tu ideología, para ser aceptado.

Esa forma de pensar e ideología que hizo que tu estirpe sobreviviera hasta nuestros días. Esa ideología que enseñaron tus abuelos a tus padres y ellos a ti, y que tu no dejaras a tus descendientes pensando que ahora estas haciendo  “un mundo mejor”.

Dejándoles sin defensas ante un futuro incierto, donde la Inteligencia Artificial y la Vida por Puntos (exportada por el sistema político chino) serán quienes les dirijan sus vidas.

 

Ingeniería Social: Dos líneas denominadas Buenismo y Pensamiento Alicia

 

Podemos decir  del primero que es un término peyorativo creado para conductas basadas en la creencia de que gran parte de los problemas pueden resolverse a través del diálogo, la solidaridad y la tolerancia, cuando dichas prácticas no serían posibles.

Un ejemplo del mismo es  el que  a los españoles de toda la vida se nos ignora absolutamente, y que los españoles digan ” que ellos no saben lo que hacen”. Nuestros políticos deciden nuestro futuro sin una previa consulta como esta noticia:

  “EEUU obliga a España a traer a migrantes desde centros de Latinoamérica

El anuncio forma parte de una batería de medidas de Washington para intentar reducir el flujo migratorio hacia su frontera con México tras la suspensión de una norma que permitía las devoluciones en caliente de migrantes a México”.

Se ha sembrado en el subconsciente de la población que NO hay que ser racista, hasta el punto que si somos invadidos por otros pueblos no nos sabemos defender. Ademas debemos “acatar” todo lo que nos digan, sin pensar (prohibido pensar).

 

La moral insuficiente

 

Solidaridad, tolerancia y diálogo no bastan. Ni le basta, al hombre, ni le basta a la sociedad.

Siempre ha existido un escalafón en la calidad humana de la bondad. La santidad, que se demuestra en la medida única de vivir heroicamente todas las virtudes humanas. El bueno que es consciente de sus limitaciones y de lo que debe a Dios y a los hombres. Los bondadosos, gente blanda que hacen el bien, pero no por esfuerzo, sino porque son incapaces de hacer el mal. Y, por último, los buenistas

 ¿Pero qué es ? ¿Por qué no es bueno? ¿Debemos cuidarnos de los buenistas?

 

El  término es  más satírico que realista. De bueno y el sufijo ismo quiere concebir una cultura, una forma de pensar, incluso una forma de ser. Es decirser bueno por el dictado del sistema y no por el orden moral que fundamenta la vida de las personas.

El objetivo de esta tendencia, tanto desde lo político como desde lo social, son ideas bien intencionadas pero basadas en la ingenuidad y el sentimentalismo carente de autocrítica y sin analizar los resultases reales de tales esfuerzos. Así podemos encontrar encadenados más ismos que riman bien con esta filosofía vacía de razón: ecologismo, animalismo, homosexualismo, etc. 

 

El infierno está lleno de buenas intenciones

 

 Es una de las enfermedades modernas del alma. Un sustituto barato, meramente humano que se desliga de la trascendencia y la relación de un bien superior que es Dios, que es realmente quien nos ordena a mejorar personalmente y ser verdaderamente buenos con los demás.

El evangelio  se ha dedicando  a hombres y mujeres a lo largo de generaciones a enseñar al que no sabe, cuidar a los enfermos, enterrar a los muertos, a dar de comer al hambriento y agua al sediento, a vestir al desnudo y dar posada al peregrino.

Esta definición hace uso de tres vías de argumentación que se convierten en la motivación de sus seguidores: solidaridad, tolerancia y diálogo. Todo bien trenzado, sirve para cualquier causa y, aparentemente, es indiscutible. Se aplica en una comunidad de vecinos, la asociación de mujeres o a los acuerdos políticos, por ejemplo.

El buenista tipo, no lo sabe, pero es un ser insatisfecho consigo mismo, que busca el reconocimiento de su entorno inmediato como compensación al sistema establecido.

Tiene una dificultad importante para poner límites, mucho miedo al rechazo y a la soledad. Huye por eso de decir NO a las peticiones o exigencias.

Es decir, corresponde al patrón de personas con problemas de autoestima. Por todo esto, es carne de cañón de las tendencias sociopolíticas por carecer de criterios propios que le orienten a qué pensar o hacer, porque él quiere, no porque le digan qué hacer o porque se sienta integrado en el grupo.

 

Ser buenista se ha convertido en una de las rémoras del hombre actual para vivir en plenitud.

 

Este tipo es por definición pacifista, vamos que se siente legitimado para ser agresivo y violento contra todo aquello que le dice lo contrario, porque los medios justifican el fin, que considera siempre más elevado e importante en su escala de valores que lo que el mundo le presenta. Por eso cree que la sociedad es mala, egoísta y perversa en sus modos y formas. Todos mienten menos él, porque él no se deja llevar por las modas, auténtico escaparate funcional del capitalismo.

Por tanto es una muy grave enfermedad, inoculada en la sociedad por los medios de comunicación y perpetrado desde los políticos, artistas y lobbys interesados que hacen del sentimentalismo, a falta de intelectualidad argumental, fe o justicia moral.

 

Llamemos a las cosas por su nombre

 

Pedir disculpas sin tener la culpa. Bajar la cabeza teniendo razón. Sacrificarte por los demás. Ocultar tu dolor para no preocupar.

En definitiva, colocar las necesidades y la felicidad de los otros por delante de la tuya, no te hace más generoso o mejor persona.
No es altruismo, aunque pueda parecerlo. Es el más grande de los egoísmos. Porque le quitaste a alguien la oportunidad de aprender de sus equivocaciones. Le quitaste la oportunidad de aprender a disculparse.

Le robaste la ocasión de hacerse responsable de su vida. Le negaste la oportunidad de echarte una mano.
Y todo por no tener el valor de afrontar tu miedo a expresar tu opinión.
Tu miedo a que dejen de quererte si no cumples todas las expectativas. Tu necesidad de acallar tu conciencia.
Tu miedo a ser una molestia, parecer débil, mostrar tus emociones, tu miedo a ser tú mismo, a existir, a que te vean…

Todo el tiempo has hecho todo eso por ti y no por los demás.
Deja de engañarte, asume la responsabilidad de tu vida, atiende tus emociones, necesidades y heridas.
Sólo entonces estarás aportando algo sincero, genuino, equilibrado y hermoso a los demás.

Entre las modas posmodernas que hoy influyen en el comportamiento de las personas, está el “buenismo”.

 

De acuerdo con la Real Academia Española, que incorporó el término a su Diccionario en 2017, “buenismo” es la “actitud de quien ante los conflictos rebaja su gravedad, cede con benevolencia o actúa con excesiva tolerancia”.

Este término se usa para designar una forma de pensar bienintencionada, pero muy sentimental, ingenua –a veces tonta–, incapaz de ver objetivamente la realidad: el buenista cree que la mayor parte de los problemas pueden resolverse mediante el diálogo, la tolerancia y la solidaridad.

A este tipo no parece importarle que las ideas o los actos estén relacionados con el bien real, auténtico, moralmente objetivo e inseparablemente unido a la verdad y a la belleza.

Lo que le importa es agradar –no ofender, no herir– a quien piensa o actúa de acuerdo con los dogmas de la corrección política imperante. Esa actitud “empática” de los buenistas, sin embargo, no se verifica cuando se trata de juzgar los actos o las ideas políticamente incorrectas de otras personas: todo aquel que critique los dogmas de la modernidad, corre el riesgo de ser considerado intolerante, oscurantista, fascista y otras lindezas…

 

El pensamiento Alicia

 

Es una deformación ideológica de la conciencia de tipo infantil, ingenuo, simplón. Dice Gustavo Bueno: «Pero al representarse el mundo al revés, el pensamiento Alicia no quiere tener conciencia de las dificultades que habría que vencer para llegar a él, ni, por tanto, de los métodos o caminos que sería preciso habilitar. Todo es mucho más sencillo: se tiene la voluntad de pasar a ese mundo al revés y basta”.

Ser optimista no está mal, es el germen de la ilusión. Pero ser realista es mucho más importante. Percibir la realidad de una manera cercana a como se presenta nos ayudará a madurar y crear estrategias para vencer las adversidades.

El pensamiento Alicia podría considerarse un error de pensamiento en el que la persona concibe que toda la realidad está bien, que vive en el país de las maravillas y que seguirá siendo así en el futuro. Es como una forma de darle la espalda a la realidad, que como bien sabemos, también alberga barreras y obstáculos.

Si pensamos como Alicia y creemos que vivimos en el país de las maravillas, será difícil que tomemos conciencia del mundo real y, por tanto, que nos comportemos de una forma adaptada.

 

Alicia en el país de… ¿las maravillas?

¿Es ciertamente la realidad un camino de rosas? ¿Vivimos en el país de las maravillas? Lo cierto es que no. Cuando Lewis Carroll escribió el cuento de Alicia en el país de las maravillas, tomó como protagonista a una niña que atravesaba un espejo y que llegaba a una realidad al revés, una realidad distinta. Sin pasar por ninguna adversidad, simplemente llegaba. En su nuevo mundo, todo parecía salir bien: era el país de las maravillas.

 

El pensamiento Alicia nos ancla en un mundo irrealista, infantil e ingenuo que piensa que todo es genial o maravilloso y que las dificultades no existen.

 

Los peligros de pensar de esta forman pueden ser muchos, como caer en una profunda frustrarción cuando comprobamos que la realidad es bien distinta.

Sera por eso que nuestra sociedad padece el trastorno de “fustración y depresión permanente”, lo cual trata de remediar con todo tipo de sustancias.

 

El buenismo y sus malísimos efectos

 

Vamos a hablar de medios de des información y como nos manipulan. De los buenistas agresivo compulsivos que defienden sus ideales por la imposición y de los que viven de ello.

¿Qué pasa si pegan una paliza a un guardia civil en la frontera? Ningún medio dice nada, pues exponen que es su trabajo.

¿Qué pasa si un policía simplemente se defiende con la porra y pega a un inmigrante que va a entrar de forma ilegal? Que la inmensa mayoría de los partidos políticos y ONGs van a sacar redito político y jugosas subvenciones. Los medios de des información van a sacar cientos de titulares. Los afines a estos van a quemar las calles y ponerse de rodillas. Sin olvidar que despedirán o sancionarán al policía por hacer su trabajo.

Ninguna de estas “personas”, por llamarlas así, tiene ni dos dedos de frente y ve más allá. No es todo blanco o negro. Si un país no puede proteger sus fronteras no es ni país no nada. Si tus policías no tienen medios porque se los das a un tercero lo menos que puedes decir es que somos tontos.

Pero miremos caso por caso, ¿Cuántos de los que han pasado de forma ilegal no la han pasado por que pasan hambre? ¿Cuántos han sido detenidos por ser delincuentes buscados en otros países? ¿Cuántos han sido detenidos por pertenecer a organizaciones terroristas? ¿Cuántos han llegado con iPhones y el roaming activado?

Pobres no son ¿Cuantos han cometido delitos en nuestro país como violaciones y asesinatos? No estamos hablando de casos aislados, sino de un reguero constante de casos que son tapados por los medios de des información. Tan medios de des información que no indican la nacionalidad si no les interesa. Tan gobiernos buenistas que sancionan a los policías por decirlo y sacan leyes exprofeso para no recogerlas.

El buenismo mata. Está matando y es una realidad.

 

Y repito, no se trata de inmigración, puesto que el que este perseguido o quiera mejorar su vida tiene todo el derecho para intentarlo.

Hablamos de ese 1% – 5% – 10%, que viene a delinquir, se trata de des información en pro del buenismo dominante y super guay que no dice nada sobre toda la tralla que están metiendo y ya cuando no pueden ocultarlo más avocan a que nos manifestamos si explotan trenes, si atropellan con un camión, si degüellan a un chaval, si violan en manada.

Y para colmo, esas manifestaciones son en contra del racismo. Que no, que no existe racismo. Que estamos cansados de que nos manipuléis. Lo que existe son criminales. Los de aquí nos los tenemos que comer con patatas, pero ya ser tan buenos como para acoger a los criminales que vienen de fuera en pro de un discurso rancio para justificarse a sí mismo, pues mira, por eso no pasamos.

Hablamos de todas esas ONGs que cobran 4000 € al mes por acoger a un mena y dicen que no se les puede devolver a los padres que los están reclamando.

¿Pero de que vamos? Sabemos que han engañado a los menores. Los padres les reclaman. Están a 500 metros, y una ONG es capaz de denunciar a unos policías por devolverles. ¿Qué se tienen que seguir los procedimientos, enviarles a España y luego devolverles? Esto ya no es humanidad, es un negocio muy sucio.

Basta ya de buenismos y tonterías.

 

No se trata de inmigración, ni educación ni de valores. A un niño no se le enseña a respetar a un gay, se le enseña a respetar. A un niño no se le enseña a no insultar a un negro, se le enseña a no insultar. A un niño no se le enseña a no maltratar a una niña, se le enseña a no maltratar. El problema, el verdadero problema lo tienen los que no diferencian los respetos y dividen entre buenos y malos. Eres bueno si eres de los míos, sino eres malo. Cansa, pero cansa. Pero que cansinos que sois. Solo hacéis que dividir.

Queremos ser civilizados. pues aplicamos las normas de UK, de Canadá, de Australia, y santas pascuas. Ah, claro, eso no interesa.

 

El Buenismo es malo

“El buenismo es malo”, así no tenemos que reconocer que “la bondad es buena” y nos quedamos tan panchos

. ¿Habrá que inventarse el “malismo” para decir que la maldad, disfrazada de neologismos interesados ideológicamente, ésa sí que es “mala” aunque se disfrace de eufemismos interesados?

Jesús decía: “Sólo Dios es bueno”. Pero nosotros sabemos que en este mundo hay mucha gente buena, aunque sean tildados de buenistas, populistas, ecologistas o ingenuos. Como Machado: queremos ser “en el buen sentido de la palabra, buenos”.

 

 

 

 

BIBLIOGRAFIA

lamenteesmaravillosa.com

Gemma Pitarch- Humberto Pérez-Tomé  –Miguel Ángel Loma Pérez -vidareligiosa.es/el-buenismo-es-malo/

WIKIPEDIA- JOSEJUAN Z.PEREZ

www.xn--lamaana-7za.uy/opinión/es-bueno-el-buenismo/

¡Exclusivo Regalo!
Suscribete a nuestra newsletter

Solo por suscribirte obten nuestra guía
close-link

Pin It on Pinterest

Share This