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Los acontecimientos ocurridos en Francia de las revueltas de los “emigrantes de tercera generación” que nacieron allí, pero no se siente franceses, hace que tengamos que reflexionar y plantearnos que es lo que puede pasar en España.

La ingenieria social proyectada por la Agenda 2030 hace años y subvencionada por ONG´S que solo buscan el fraccionamiento de Europa es la clave . Se permite la llegada masiva de emigración que después tenemos que mantener de nuestros impuestos.

El rey Hassan II de Marruecos en 1993 en las que preguntado si le gustaría que los musulmanes (marroquíes) se integrasen en Francia respondió que «no pueden». «No llegarán a integrarse. Otra cosa es entre europeos, son la misma cultura… No hay giro de nacionalidad, ya le avanzo que nunca serán 100% franceses. Se lo puedo asegurar»,

 

La famosa “leyenda negra” en la que se acusa a los españoles de racistas ¿es cierta?

El hecho de que haya partidos políticos ultras que fomentan la violencia racista en el deporte no quiere decir que los españoles seamos racistas. No es un problema entre blancos y negros. La violencia verbal e insultos es la tónica general de grupos e individuos que van a escupir las tensiones acumuladas al campo de futbol. Hacernos creer que los españoles somos racistas es no conocer la historia.

 

 Hace cientos de años diversas culturas, razas y religiones convivieron en Toledo.

El escándalo que armaron los supuestos racistas contra el famoso jugador Vinicius es uno de los muchos casos, no siendo el peor, dado que todos los días estamos viendo como policías en EEUU están matando a porrazos a negros y sin embargo en Brasil nunca apagaron las luces del Cristo Redentor como hicieron por Vinicius.

Que los dirigentes del fútbol manipulen este deporte está siendo tónica habitual, pero que lo hagan los gobiernos es mucho peor dado que los elegimos nosotros, mientras que los dirigentes de la FIFA no. Los ultras racistas atacan a negros, a blancos, emigrantes y la mendicidad en las calles sin que los estados tomen medidas suficientes.

Tuvo que ser insultado un famoso futbolista para que saltaran las alarmas. Falta saber si eso sirvió para evitar la discriminación racial, o solo sirvió para llenar las parrillas de los medios de comunicación unos días. Esperemos que dediquen sus medios a todas las víctimas de racismo aunque no sea tan famosos como Vinicius.

 

 En España el dictador Franco escribió un libro titulado Raza, siguiendo la ideología de su homólogo nazi, pero el pueblo llano nunca fue racista dado que vivimos mezclados y en paz.

La prueba de que los españoles no somos  racistas lo prueba el hecho que la  iglesia católica hizo campañas para recoger donativos. Durante la colonización de países por el imperio español hubo muchos españoles que se casaron con nativas negras y de ese cruce salió el color mulato. Tenemos españoles que emigraron y no fueron acusados de racistas ni perseguidos.

 

Los españoles no somos racistas, pero Pedro Sánchez y los comunistas nos están obligando a serlo

Hablar de Vinícius, para hacer constar mi total desprecio a las personas que actuaron como  auténticos racistas, dejando la marca España a los pies de los caballos…

Son comportamientos miserables, que solo se explican desde el odio al  diferente, la antipatía al Real Madrid, y la envidia a uno de los mejores jugadores de fútbol del mundo, sino el mejor.

@abuelayeyetiktok

no soy recista pero flipo con esta Señora con la ironía que se burla de los #españoles 🙄🤔

♬ _paw2_ Eguigure – Paola Eguigure ✨

 

Los españoles no somos racistas, ni nunca lo hemos sido.

Cuando llegamos a América,  que evangelizamos con la Cruz y la espada, nuestros compatriotas se casaron, sin ningún problema,   con las nativas, y engendraron hijos, con toda naturalidad, creando numerosas Universidades, dándoles nuestra fe,  el  catolicismo, enseñándoles la lengua española, y embridándonos con ellos en un mestizaje integrador.

Ahora, que somos un simple remedo de lo que fuimos, con una población  envejecida, casi un geriátrico, lógicamente queremos que los que vengan a vivir con nosotros, no de nosotros, respeten nuestros usos y costumbres, tradiciones, y Derecho.

 

La actualidad

Pero Sánchez y sus secuaces, la banda de “socialistos” del partido sanchista, los comunistas de Podemos, los separatistas catalanes y vascos, etc., nos están volviendo racistas, pues hoy por hoy, tiene más derechos un extranjero que un español de cuarta generación (que es lo que había que acreditar, como limpieza de sangre, para poder obtener la hidalguía, es decir, la nobleza).

¿Cómo es posible que un okupa le dé una patada a la puerta de tu casa, se instale allí, y tú tengas que ir al juzgado para poder desahuciarte, después de haber conseguido tener esa propiedad, después de décadas de trabajo y ahorro…?

Y, ¿por qué las ayudas sociales van más a extranjeros que a los españoles de origen, de forma que tienen prioridad para todo, mientras que los españoles de origen, que somos los que mantenemos nuestro escuálido  Estado de Bienestar, somos consideramos ciudadanos de segunda?

Los nativos, con nuestras virtudes y defectos, somos los que hemos levantado España, la hemos servido, mediante el  servicio militar obligatorio, hemos pagado impuestos y cotizado a la seguridad social durante décadas, para que “otros” vengan a disfrutar de todo ese patrimonio acumulado,  con nuestro esfuerzo.

Ayer leí que hemos pasado de los cuarenta y ocho millones doscientos mil extranjeros, registrados, que previsiblemente habrá varios cientos de miles más.

Pero tal es el  descontrol administrativa, y la entrada de auto invitados, por tierra, mar y aire, que nadie sabe, o quiere decir, cuantos millones de extranjeros hay en España, muchos de ellos ya nacionalizados, pues somos uno de los países del mundo dónde más fácil es adquirir la nacionalidad…

 

Y una nación que no se respeta a sí misma,  no  conseguirá que la respete nadie.

¡Gracias, Pedro Sánchez, por llevarnos a la  miseria, generando inseguridad y toda clase de delitos en nuestras calles!

 

Racistas o tolerantes, ¿Cómo somos los españoles con los inmigrantes?

 

Durante siglos, el continente europeo ha sufrido numerosas guerras que trajeron consigo hambrunas y pobreza. Millones de personas tuvieron que abandonar sus hogares buscando una vida mejor para ellos y sus hijos.

La población española no fue ajena a este fenómeno migratorio, que conoció su máximo apogeo durante la guerra civil de 1936-1939. A partir de los años 1980, gracias al retorno de muchos emigrantes españoles y especialmente a la entrada del país en la Unión Europea, la tendencia se revierte y la inmigración se convierte a partir de entonces en el fenómeno migratorio más importante en España.


La historia del fenómeno migratorio en España

Nos conduce hasta nuestros días, un momento en el que los Estados europeos parecen abrumados, moral y políticamente, por los flujos de personas que llegan al continente. Los medios de comunicación nos traen a diario terribles noticias que provocan todo tipo de reacciones, tanto sociales como políticas. Resulta de gran interés examinar, atendiendo a los últimos datos disponibles, las actitudes de los españoles frente a la inmigración.

Precisamente el pasado emigrante de los españoles probablemente haya sensibilizado a nuestra sociedad, que asocia espontáneamente la migración con la necesidad de trabajar, la pobreza y la desigualdad.

A pesar de que determinados partidos políticos han tratado de poner a los inmigrantes en el punto de mira (aunque mucho menos que los movimientos extremistas en países como Portugal y Grecia), para los españoles la inmigración no supone una de las principales preocupaciones actuales (sólo el 3,6% lo considera como uno de los tres principales problemas del país), muy por debajo de fenómenos como el paro (54 %) o la corrupción (20,9 %).

A pesar de un primer acercamiento positivo, la percepción social sobre la inmigración presenta muchos matices. Así, una amplia mayoría de los encuestados creen que el número de inmigrantes en España es excesivo o elevado. En el mismo sentido, cuando se le pide al encuestado que califique la inmigración como fenómeno, hasta un 34 % la considera negativa o muy negativa, frente al 42 % que la califica positiva o muy positiva.

Los medios de comunicación

Son indudablemente un factor determinante de la percepción social de la sociedad española. Siendo así, resulta preocupante que prácticamente la mitad de los encuestados considere que la imagen transmitida de la inmigración es negativa.

El tratamiento de las noticias sobre determinados colectivos incide igualmente en la brecha existente entre los grupos que se perciben como los más numerosos en el país (marroquíes, latinoamericanos y africanos son las respuestas más frecuentes) y la realidad que describen las estadísticas donde, exceptuando a Marruecos, otros países europeos son los principales emisores de los emigrantes.

La complejidad de la inmigración, como fenómeno social, económico, demográfico e incluso político, provoca una disparidad de reacciones difíciles de sintetizar. A modo de ejemplo serviría la importancia que los encuestados dan, a la hora de permitir que una persona extranjera viva en España, a aspectos como el nivel educativo o la cualificación laboral, pero también a que hable la lengua de la comunidad autónoma o que esté dispuesta a adoptar el modo de vida del país.

Esta disparidad es aún más patente cuando se pregunta sobre la tolerancia de la sociedad española, cuestión a la que un 53,5 % responde que somos muy o bastante tolerantes, mientras que para el 44,3 % somos poco o nada tolerantes.

La permisiva sociedad española

A la vista de las respuestas, se podría decir que la sociedad española tiene una actitud predominantemente positiva frente a la inmigración, incluso consciente de la realidad que la motiva, y tolerante con los inmigrantes de forma individual.

Al mismo tiempo, sin embargo, resulta también llamativo cómo la percepción colectiva se ve influenciada por mitos e imágenes impuestas, especialmente sobre determinados colectivos de emigrantes.

Es esta ambivalencia la que retrata en cierto modo la actitud de la sociedad española hacia la inmigración, dividida entre la tolerancia y la integración, en un extremo, y una actitud reacia o xenófoba, en el otro extremo.

 

Por qué a los españoles se les clasifica como no blancos en Estados Unidos

Polémica por un artículo del New York Times que categoriza a españoles y portugueses como hispanos no blancos

Un artículo del New York Times ha desatado la polémica al situar a los españoles y portugueses como población no blanca. El artículo en cuestión establece un análisis de las 922 personas más poderosas del país y concluye que el 80% de ellas son blancas y el resto pertenece a grupos de negros, hispanos, asiáticos, nativo americanos o persona de color. Así, el consejero delegado de Inditex, Pablo Isla, aparece como no blanco.

 

Los españoles no somos de raza blanca, el sorprendente estudio del “The New York Times”

Luis Martínez-Fernández, profesor de historia en la universidad del Central de la Florida y experto en temas de herencia hispana, no se mostró sorprendido por esta clasificación. Al contrario, asegura que esta categorización de la Oficina del Censo de EE UU ayuda a clarificar los diferentes grupos de población en el país. “Lo que demuestra es la escasez de hispanos en posiciones de liderazgo en EE UU”, aseguró el profesor a LA RAZÓN.

Hispanos

“Los hispanos es una categoría oficial del censo de EE UU que representa etnicidad. Esa categoría incluye a todas las personas de ascendencia hispana, ya sea de América Latina o de España. Curiosamente, una persona de Egipto, blanca, se le considera blanco en el censo, pero una persona blanca de España que viene a Estados Unidos se le considera hispano no blanco”, aseguró Martínez-Fernández.

El profesor explica que las autoridades estadounidenses separan en dos conceptos distintos la raza y la etnicidad en el censo nacional. “Ser latino o hispano hace referencia al grupo étnico”. Como explica la BBC citando a la web del censo nacional, “esos términos generalmente reflejan una definición social de raza y de etnicidad reconocida en este país y no se ajustan a ningún criterio biológico, antropológico o genético”.

 

¿Se puede ser blanco e hispano en Estados Unidos? “

Se puede ser pero no para los efectos del censo”, responde Martínez-Fernández. “De hecho, hay una categoría que se llama blancos no hispanos”. El origen de ese cambio terminológico está en la década de los setenta del siglo pasado, explica este profesor de origen cubano, quien añade que “durante mucho tiempo en Estados Unidos se dividió a la población según blancos y negros” y que “a los hispanos les incluía entre blancos hasta que se creó en 1976 esta nueva categoría”.

Por paradójico que pueda parecer, esa fue una exigencia de los mexicanos residentes en Estados Unidos “para que el Gobierno federal recogiera información específica sobre los hispanos. “Hasta ese momento, la Oficina del Censo de EEUU incluía a los hispanos entre los blancos, pero ellos (los mexicanos) entendían que era importante que el Gobierno federal y otras entidades tuvieran una idea clara de cuántos de esos blancos eran latinos”.

En cambio, René D. Flores, sociólogo de la Universidad de Chicago, cree que el New York Times da por válida la regla según la cual se clasifica como no blancos a las personas cuyo apellido suene “hispano”.

 

 

 

BIBLIOGRAFIA

MANUEL VELO -/www.diariodearousa.com/ 

Mario López -www.observatorioproxi.org/

GOYO G. MAESTRO– LA RAZON

RAMIRO GRAU MORANCHO -PERIODISTA DIGITAL

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