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Cuando un cuerpo vivo sufre una pérdida importante de sangre, muere. Cuando un país sufre una pérdida importante de población, muere.

En este país el tiempo que se invierte en enseñar a andar, comer, leer, educarse y razonar a un ser humano es de media 20 años, con el gasto económico que eso conlleva de nuestros impuestos (de todos nosotros) el gasto en energia, medios y en tiempo, esfuerzo…y justo cuando ese ser humano puede empezar a devolver todo lo invertido en el…se va a otro país, o le animan a irse, dejando nuestro país empobrecido.. El valor del capital humano perdido en 2022 se calcula en 154.800 millones de euros.

Es cotidiana la frase que mucha gente “mayor” le dice a los más jóvenes: “Vete a otro pais”. Parece que nadie entiende que es la mayor ruina que podemos estar sufriendo en capital humano.

 

Las elites y lobbys de la  Agenda 2030 llevan décadas provocando una hemorragia en nuestro país, provocando que lo mejor de nuestra sociedad se vaya después de haber nacido, crecido y formado aquí a otros países, mientras aquí nos llega gentes sin ninguna cualificación o con historial y antecedentes de delincuentes. El cambio es absurdo a no ser que lo que el plan sea destrozar por completo el pais.

En el contexto socio-laboral, el capital humano es el conjunto de conocimientos, habilidades, experiencia y capacidades que poseen las personas que trabajan en el pais.  Además, cumple una función clave como recurso estratégico.

Atraer y retener talento es un desafío constante para las organizaciones, y la inversión en el desarrollo del capital humano ayuda conseguir este objetivo.

Las personas se sienten valoradas y comprometidas cuando se les ofrece la oportunidad de crecer y aprender en su entorno laboral, lo que a su vez aumenta la retención de talento y fortalece la cultura organizacional.

 

 

¿Por qué invertir en personas?

Durante 2022 dicen desde Repsol, destinamos una inversión de 12,1 millones de euros para garantizar que cada empleado reciba formación, fortaleciendo sus habilidades y conocimientos. También gestionamos exitosamente 707 becas para estudiantes universitarios, con un 30% de estos estudiantes uniéndose a nuestra empresa.

Además, observamos un aumento del 19,9% en las solicitudes de teletrabajo, demostrando nuestro compromiso con la calidad de vida de nuestros empleados. Cultivar el bienestar de los empleados y promover su crecimiento profesional, aporta ventajas como:

Retención del talento. Invertir en el desarrollo y el bienestar de los empleados aumenta la lealtad y ayuda reducir la rotación de personal, lo que ahorra costos de reclutamiento y capacitación.

 

Según una estimación realizada al proyectar este dato a finales del año, el valor del capital humano perdido en 2022 se calcula en 154.800 millones de euros, un 40% más que en 2019, y una cifra que representa el 0,93% del valor del capital humano total de España en el ejercicio.

 

El número de personas que deciden abandonar España para buscar oportunidades laborales en otros países ha registrado un nuevo repunte tras la pandemia y en el primer semestre del año pasado superó en un 11,7% las cifras de emigrantes del mismo periodo del año anterior.

Según una estimación realizada al proyectar este dato a finales del año, el valor del capital humano perdido en 2022 se calcula en 154.800 millones de euros, un 40% más que en 2019, y una cifra que representa el 0,93% del valor del capital humano total de España en el ejercicio.

 

 Se muestra, por tanto, una pérdida de capital humano en tendencia creciente desde el fin de la pandemia, impulsada por la intensificación de la emigración al exterior de la población en edad de trabajar y su elevado nivel de formación.

La dinámica observada resulta preocupante de cara a poder aumentar el bienestar social en un contexto de progresivo envejecimiento demográfico y con un escenario en el que se prevén descensos acumulados del valor del capital humano per cápita cercanos al 20% hasta 2050.

 

El capital humano de la población es el recurso más valioso de los países y representa el 64% de la riqueza total a nivel mundial, como confirma el Banco Mundial.

 

Este capital está incorporado en las propias personas y su localización cambia cuando se desplazan de un territorio a otro. En consecuencia, el capital humano de una economía depende del esfuerzo inversor de sus familias, empresas y administraciones públicas (por ejemplo, el gasto público y privado en formación) y de la eficiencia de su sistema educativo, pero también de los movimientos migratorios y del capital humano de los migrantes.

A raíz de la Gran Recesión de 2008-2014, mucha gente emigró en busca de mejores oportunidades laborales. Ese proceso ha vuelto a cobrar intensidad tras la pandemia (más de 380.000 emigrantes en 2021 y 220.000 en el primer semestre de 2022).

Una parte muy sustancial de esta emigración corresponde a población en edad de trabajar (el 89,3% del total en el primer semestre de 2022).

 La emigración de población en edad de trabajar (16 y más años) ha pasado de 219.491 personas en 2020, año de la pandemia con fuertes restricciones a la movilidad, a 339.358 en 2021 y 196.827 en el primer semestre de 2022 (un 11,7% más que en el primer semestre del 2021).

Las cifras no alcanzan los máximos de 2013 (463.746 emigrantes) pero son las más altas desde 2014. Su magnitud resulta atípica y se asemeja a las cifras habituales en periodos previos de crisis y aumento del desempleo en la economía española.

Valor del capital humano que emigra y son perdidas para España 2019-2022 (miles de millones de euros.

 

 

Una canción de Serrat “Pueblo blanco”

 

BIBLIOGRAFIA :

 

FUNDACION BBVA

REPSOL

 

 

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